sábado, 26 de enero de 2013

TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA




TEMA 7 TRASTORNOS ESPECTRO AUTISTA

Definición
Según la Guía para la Atención Educativa a los Alumnos y Alumnas con Trastornos del Espectro Autista, de la Junta de Andalucía (2001), Son un conjunto de trastornos del desarrollo (Trastorno Autista, Trastorno de Asperger, Síndrome de Rett, Trastorno Desintegrativo y Trastorno del Desarrollo no Especificado) que aparecen siempre dentro de los tres primeros años de vida del niño o la niña y que se caracterizan por unas importantes alteraciones en las áreas de la Interacción Social, la Comunicación, la Flexibilidad y la Imaginación. Estas alteraciones consisten en:
  • Socialización: son dificultades para entender el mundo de los pensamientos, en la interacción social, las emociones, las creencias, deseos… Interfiere en la interacción social, en la capacidad de autorregularse emocionalmente y provoca ausencia de interés por compartir.
  • Comunicación: incapacidad para comprender el concepto y su aplicación. Se emplea para pedir o rechazar, no para compartir. Muchos no tienen lenguaje oral, y los que lo tienen hacen un uso repetitivo de los temas que les interesan.
  • Comprensión: dificultad para entender y dar sentido a la actividad, abstraer, representar, organizar su pensamiento, conducta y entender a los demás.
Imaginación: dificultades para utilizar juguetes apropiadamente, realizar juegos de representación de roles imaginativos.

 Características e indicadores
  • Los niños con Trastorno del Espectro Autista no tienen un desarrollo normalizado como el resto de los niños. Por eso, es importante que la educación compense la respuesta educativa a las Necesidades Educativas de estos niños. Estos niños necesitan, entre otras: 
  • En el área del Desarrollo Motor: 
  • Que el entorno se adapte a sus peculiaridades: la primera necesidad educativa de estos niños es que el contexto escolar se adapte a él mismo, mediante la eliminación de las características que dificultan o impiden la adaptación. El entorno escolar tiene una serie de dificultades o barreras que imposibilitan esta adaptación, tales como:

    Cuando hablamos de Autismo hablamos de un Síndrome o de un conjunto de síntomas y signos cuya presencia indica una importante alteración de funciones esenciales en el desarrollo humano. Las características que identifican al autismo pueden ser más o menos intensas. Y si consideramos las diferentes áreas, podemos encontrar las diferentes características:
      • Consiguen los logros motrices a la misma edad que los niños normales, aunque puede haber un ligero retraso.
      • Algunos aspectos de la conducta motriz son propios del rasgo autista como repetir determinados movimientos una y otra vez.
      • Manifiestan frecuentes estereotipias, retorcer las manos frente a los ojos, dar vueltas sobre sí mismo, balancearse, autolesionarse.
      • Pueden darse déficit motores leves,  los déficit severos no son frecuentes.
      • Algunos niños autistas poseen una buena coordinación motora mientras otros manifiestan hipotonía.
    • En el área del Desarrollo Perceptivo:
      • Prestan poca atención o ninguna hacia la estimulación externa, prefieren su propia estimulación.
      • No prestan atención a las personas que están a su alrededor.
      • Manifiestan reacciones extrañas ante las experiencias sensoriales, parecen no oír ruidos, no percibir olores, no sentir el contacto con otras personas u objetos aunque a veces sí reaccionan ante los estímulos sensoriales.
      • No son conscientes de sucesos que podrían ser peligrosos.
      • Presentan una atención selectiva en cuanto a su ambiente.
      • Las experiencias más repetitivas son las más atractivas para ellos.
      • Responden mejor a los estímulos visuales que auditivos y tienen una gran memoria visual.
      • Le interesan los objetos y eventos que le causen sensación inmediata.
    • En el área del Desarrollo Cognitivo:
      • Las capacidades cognitivas varían desde casos con una deficiencia mental profunda hasta casos con capacidades superiores. Por lo general suelen presentar un retraso intelectual por debajo de la media.
      • No aprovechan sus experiencias anteriores para comprender la situación actual y prever futuras experiencias.
      • Tienen dificultades en la comprensión del lenguaje, en la capacidad de entender lo que dicen los demás.
      • Se fascinan ante diseños regulares de objetos, coleccionándolos y ordenándolos de forma sistemática y repetitiva.
      • Los recuerdos son muy exactos, almacenan las experiencias tal y como sucedieron. Algunos recuerdan conversaciones enteras, canciones, poemas, sin cometer errores, pero no comprenden su significado.
      • Las cosas que recuerdan parecen no tener importancia ni utilidad.
      • Presentan dificultades para ponerse en el lugar de la otra
      • persona: imaginar cómo piensan, cómo se sienten sus semejantes..., carecen de comprensión empática.
      • Parecen no comprender el comportamiento de los demás.
      • No son conscientes de sus dificultades.
      • En ocasiones, algunos niños presentan habilidades especiales superiores en determinadas áreas. Se conocen como “islas de competencia”.
    • En el área del Desarrollo Social:
      • La mayoría presenta una ausencia en las relaciones sociales con las demás personas.
      • Tienen dificultades para imitar y hacer amigos.
      • No tienden a señalar los objetos que quieren, saben que sus padres se los darán, pero no se comunican con ellos.
      • No buscan el contacto corporal.
      • No piden ayuda cuando la necesitan.
      • Bajo determinadas circunstancias interactúan con otras personas.
      • A veces aparentan dificultad para diferenciar personas y objetos.
      • Presentan dificultades en el juego: no saben jugar con los demás, prefiere jugar solo, juego simbólico muy limitado.
      • Manifiestan aversión ante los cambios en sus rutinas, en el orden de los objetos, inquietándose ante un pequeño cambio.
      • No sonríen fácilmente.
      • Con frecuencia  manifiestan llantos y tristeza sin razón aparente.
      • Tienen falta de empatía y dificultad para percibir sentimientos.
      • Suelen tener angustia ante los cambios, fracasos o frustraciones.
    • En el área del Lenguaje y de la Comunicación:
      • Tienen dificultad para adquirir un habla funcional.
      • Los que aprenden a hablar presentan un lenguaje característico.
      • Pueden llegar a tener lenguaje espontáneo o limitarse sólo a realizar  repeticiones de palabras y expresiones que oyen. 
      • Realizan una incorrecta utilización del pronombre personal.
      • No ordenan las palabras de forma significativa. Ignoran el orden de las frases, sólo dicen las palabras relevantes.
      • Tienden a hablar con voz plana, monótona, hablar sobre cosas concretas.
      • Suelen hablar sin interrupciones y con dominio del tema que les interesa.
      • Tienen serias dificultades para mantener una conversación apropiada.
      • No desarrollan la comunicación temprana pues no tienen deseos de compartir, así como tampoco imitan conductas, ni ejecutan acciones asociadas al juego simbólico.
      • Cuando son regañados imitan gran parte del vocabulario.
      • Es posible que lleguen a alcanzan un lenguaje funcional,  aunque no es frecuente.
      • Muestran poca expresión, no utilizan las manos y cuerpo para comunicarse.
    • En el área de Autonomía Personal:
      • Dificultad para controlar esfínteres
      • Alteraciones del sueño.
      • Problemas en la alimentación: dificultad para comer y tragar algunos alimentos, comer de modo obsesivo, querer comer siempre lo mismo.
      • Retraso en la adquisición de la autonomía del aseo.

    Cuando hablamos de características de la conducta, nos encontramos con los siguientes indicadores:
      • Cambios bruscos de humor.
      • A veces se muestran hiperactivos, no cooperan y manifiestan conductas de oposición.
      • Tienen frecuentes rabietas sin causas aparentes.
      • Son hipersensibles a ciertas texturas.
      • Gran alteración ante situaciones inesperadas.
      • Estereotipias.
      • Autolesiones.
      • Agresividad    

    Necesidades Educativas 
    • Presencia de estímulos sensoriales excesivos, en cantidad o intensidad, sobre todo estímulos      sonoros. 
    • Bajo nivel de estructuración espaciotemporal del propio entorno físico y las actividades que en él se realizan. 
    • Uso predominante de las instrucciones verbales en la comunicación entre adultos y niños.
    •  Una enseñanza explícita de las funciones de la humanización: las características de estos niños impiden el desarrollo de funciones que normalmente son espontáneas. La educación tiene como finalidad favorecer el proceso de culturización en los niños. Estos niños necesitan ser incluidos en ese proceso, por eso, necesitan las funciones de humanización, tales como:
    • Comunicación, especialmente la comunicación social.
    • Mentalismo, o capacidad para “leer las mentes”.
    • Juego e imaginación.
    • Flexibilidad y adaptación a los cambios.
    • Que se desarrollen sus “puntos fuertes”: normalmente estos niños tienen un desarrollo muy igualado con otros niños sin este trastorno, en algunas funciones cognitivas. Si conseguimos desarrollar estos puntos fuertes contribuiremos a mejorar su autoestima.
      Atención educativa a las necesidades educativas
      La atención educativa está llena de características que tanto al docente como a la familia se les viene a la mente para poder dar la mejor respuesta a los niños.

      Características generales de la intervención educativa en autismo infantil:
      • ¿Qué enseñar?: la Psicología del desarrollo del niño normal es hoy la base más eficaz para encontrar esos objetivos. Por tanto, el estudio, descriptivo y explicativo, de cómo el niño normal va construyendo, en interacción con las demás personas, su conocimiento social es un tema de obligado conocimiento para quien tenga que planificar la intervención educativa de alumnos con autismo.
      • ¿Cómo enseñar?: la tecnología surgida de la Teoría del Aprendizaje, la tecnología conductual, la Teoría de la mente, en sus desarrollos actuales, sigue siendo a herramienta válida para la enseñanza de estos alumnos. La necesidad de estructuración y de sistematización de las unidades de enseñanza es algo básico para que el alumno con autismo pueda aprender.
      • ¿Para qué enseñar?: la respuesta a esta pregunta es obvia. Como en cualquier contexto de enseñanza se trata de favorecer el máximo desarrollo personal para conseguir la mayor calidad de vida posible. El objetivo central de la intervención en el alumnado con autismo es la mejora de su conocimiento social y la mejora de las habilidades comunicativas sociales, así como lograr una conducta autorregulada adaptada al entorno.

      El contexto de aprendizaje más efectivo es aquel con un grado importante de estructuración, cuanto menor es la edad o el nivel de desarrollo.

      La intervención ha de recorrer el camino que va desde un grado alto de estructuración (con numerosas claves para favorecer el aprendizaje) a la desestructuración programada paso a paso, y de acuerdo al nivel de desarrollo que es más cercana a los entornos naturales sociales (en donde las claves son complejas, sutiles, pasajeras y variadas).

      La educación del alumno con autismo requiere una doble tarea es decir, hay que enseñar la habilidad, pero también hay que enseñar, un uso adecuado, funcional, espontáneo y generalizado.

      El mejor sistema de aprendizaje para estos alumnos es el aprendizaje sin error, en el que en base a las ayudas otorgadas, el niño finaliza con éxito las tareas que se le presentan, aunque las ayudas hay que ir retirándolas paulatinamente para lograr un desarrollo cognitivo propio y significativo.

      Se debe mirar bien las diferentes modalidades de escolarización que existen y de las cuales ya hemos hablado con anterioridad. También se debe elaborar las adaptaciones curriculares necesarias a cada caso ya que deben ser individualizadas y a la vez integrar el currículo oficial ya que los grados de de autismo varían y por lo general el autismo si es muy severo necesita de centros especializados con mayor atención especializada. Las adaptaciones curriculares ya han sido tratadas en otro de los apartados de nuestro trabajo. La valoración del desarrollo es crucial a la hora de diseñar programaciones educativas. La evaluación debe tener en cuenta las competencias funcionales de la persona, su contexto y no exclusivamente las conductas del niño. En este proceso nos podemos encontrar infinidad de trababas u obstáculos como pueden ser la colaboración del niño, dificultad en las pruebas, un desequilibrio en las diferentes áreas por lo que no hay uniformidad, no tener en cuenta los puntos fuertes del niño, siempre los débiles...etc.

      Las principales pautas de intervención educativa con alumnos y alumnas con trastornos del espectro autista son:
      • Organizar el entorno.
      • Uso de ayudas visuales.
      • Enfatizar el desarrollo de la comunicación.
      • Entrenamiento en emociones.
      • Programar la mejora de las habilidades en juego interactivo y juego de grupo.
      • Normalización del uso de objetos y juguetes.
      • Formación y apoyo a profesionales.
      • Colaboración y participación de la familia.
       
      Guía de atención educativa destinada a las familias

      1.   Información
       Recibir información por varias vías: si se trata del profesorado, es sobre los procesos de aprendizaje y evolución del niño en el aula; si se trata del EOE, es sobre el apoyo y la intervención que el niño va a recibir dentro del aula.
      Puesto que los profesionales cambian, pero la familia siempre se queda, ésta está “obligada” a proporcionar información a los nuevos profesionales sobre la salud y las intervenciones realizadas en el niño.
       Saber interpretar lo que el niño nos quiere comunicar en caso de que éste no sepa expresarse verbalmente y lo haga mediante gestos.
      ·   Los padres deben aprender a pedir ayuda si así lo requieren, y aprender y saber ver aquellos aspectos positivos que tiene su hijo, no sólo los negativos, puesto que eso llevará a la depresión y al estrés continuo, insano tanto para los padres como para el niño, y para el resto de la familia.
      ·        Dejarse ayudar, dejar que otros especialistas (orientadores y profesionales especializados) les ayuden con la enorme carga que requiere la educación de estos niños, y no pretender ser los únicos en su educación. Les ayudarán a: organizar actividades de la vida diaria, comprender mejor el problema, apoyar la consecución de los objetivos del programa de intervención, adquirir las técnicas básicas para conseguir los objetivos propuestos, contactar con otras familias afectadas para intercambiar opiniones y sentimientos, obtener información sobre los apoyos sociales, construir una visión realista del trastorno que favorezca la implicación de la familia…
      ·        Ejercer sus derechos a estar informados sobre la escolarización de su hijo, recibiendo la información necesaria sobre los colegios específicos y ordinarios, teniendo en cuenta los pros y contras de ambos centros, en función al CI del niño.

       
      2.      Identificación
      •  Acudir a los profesionales en cuanto detecten o haya certeza de un problema de desarrollo en el niño, aunque aún no sepan que se trata del Trastorno del Espectro Autista.
      •  Estar alerta ante los posibles síntomas del Trastorno del Espectro Autista, entre los que pueden figurar:
      o No interviene en juegos de interacción social
      o No responde ni anticipa
      o Ausencia de comunicación oral
      o Ausencia de balbuceo y jerga
      o No imita sonidos, gestos, expresiones
      o No le interesan los juguetes ofrecidos
      o Muestran fascinación por sus propias manos y pies
      o Huele o chupa los objetos más de la cuenta
      o Tiene el sueño fragmentado

      3.      Entorno
      ·        Procurar la adaptación del entorno a las Necesidades Educativas del niño, intentando que sea lo más significativa posible, mediante: la presencia de estímulos sonoros y visuales, pero sin llegar a la excesividad; un nivel adecuado de estructuración temporal y espacial, procurando que no sea muy bajo; y un uso correcto de las instrucciones verbales, procurando que no sean excesivas.
      ·        Contextualizar las conductas que refieren a la vida cotidiana: aseo, comidas, rutinas… con el fin de que lo aprendido en un contexto, sea trasladado al otro contexto sin ningún problema, y si los hay, tratar de solventarlos lo antes posible (es por esto que se pide que la familia esté lo más cercana posible al centro).
      ·        Procurar que el niño interaccione con sus hermanos y el resto de la familia, evitando el aislamiento total; esto puede ser muy beneficioso para el niño. Estas relaciones sociales ofrecen situaciones para favorecer el desarrollo social.
      ·        Trabajar en casa las estrategias propuestas por el centro de: espera de turnos, comprensión y expresión de emociones, las acciones compartidas con los otros y los juegos… Para esto, es necesario crear un clima afectivo en el que el niño se sienta a gusto.
      ·        Intentar mantener una organización física de la habitación del niño que permita su interacción con sus juguetes, y con sus hermanos y demás miembros de la familia. Al mismo tiempo, será imprescindible: crear ambientes simples con relaciones simples, predecibles y anticipables; usar horarios con actividades y relaciones definidas; mantener una actitud directiva, pero sin demasiadas instrucciones verbales; tener los objetivos claros; y usar programas y procedimientos definidos.

      4.      Actividades
      ·        Favorecer el proceso de culturalización del niño, mediante: la comunicación (social), el mentalismo, el juego e imaginación, y la flexibilidad y la adaptación a los cambios.
      ·        Con la intervención que se ha propuesto en el aula para el niño, intentar lograr la autonomía personal del niño y la independencia mediante juegos y actividades continuados en el hogar, pretendiendo conseguir el control (primero parcial y luego total) de todas y cada una de las partes del cuerpo del niño.
      ·        Crear una rutina fija en el horario de las comidas, en las personas que se sientan a comer en el ambiente…, y procurar variar todo eso lo menos posible.
      ·        Cuando el niño aprenda a usar el baño, al principio cada logro es una alegría; sería conveniente escoger una canción y cantarla sólo cuando consiga hacer pipí o caca en el baño, sobre todo con los niños cuyo estímulo preferido es el auditivo. Para él, es una alegría escuchar esa canción y puede que sea una motivación para aprender a hacerlo solo.
      ·        El sueño es otro aspecto que deben controlar, crear un ritual para acostarse y de realizar actividades previas, señalar el momento del descanso, crear un ambiente óptimo y agradable para ello.
      ·        Crear una rutina de juego, con sus correspondientes normas de comportamiento, así como enseñarle pautas de actuación en el juego, así como a compartir los juegos con otros compañeros sin violencia, porque esto les ayuda a perder el egocentrismo y a compartir, a desarrollar su inteligencia, a desarrollar su actividad motora y emocional, a disfrutar,  relacionarse, a interactuar con el medio…
      ·        Procurar que el niño mantenga en su habitación materiales (juegos y juguetes) que permitan la estimulación sensorial: materiales con cambios de temperaturas, cambios de rugosidad, cambios auditivos… Así mismo, sería conveniente contar con material informático que proporcione: juegos, dibujos…
      ·        Proporcionales experiencias donde sus acciones y de las que están con él se confronten, la imitación de las acciones, sus movimientos, sus juegos o vocalizaciones. Se fomentará, al mismo tiempo, un contacto visual por parte del niño para que progresivamente establezca una mayor atención a las personas de su entorno. Compartir acciones, actividades y referente que propicien la atención conjunta. Acercamiento físico, a través del tacto y las caricias, es una buena demostración que al niño/a le ayuda a sentirse bien; respetándolo y brindándole demostraciones en los momentos en los que él se sienta más receptivo.

      5.      Actuación

      Exigir que el niño sea diagnosticado y tratado lo antes posible, porque esto favorecerá la mejor adquisición de aprendizajes y competencias propias que el niño debe adquirir.
          Ejercer sus derechos como familia pidiendo que las competencias adquiridas en un contexto educativo, sepan extrapolarlo al contexto familiar, de forma que el niño sea capaz de mostrar el resultado del aprendizaje en cualquier lugar.
          No sobreproteger al niño, puesto que esto puede derivar en que la intervención no sea tan eficaz como se ha propuesto, y algunas veces, que la intervención no sirva para nada (por ejemplo: si pretendemos enseñar al niño a coger el vaso y beber agua, y luego los padres les ponen cañitas de plástico, o son ellos mismos los que sujetan el vaso, la intervención no está sirviendo para nada).  
      Adaptarse a la situación de su hijo, y desarrollar estrategias de superación y comprensión del trastorno.

      Manejar adecuadamente las dificultades que se les presentan a lo largo de todo el proceso, actuando e identificándolo lo más pronto posible, a pesar de ser un proceso y un diagnóstico complicado.
      ·        No ser “pasotas”, todo lo contrario, ser constantes, procurar que la intervención que se ha comenzado en el aula siga en casa, con ejercicios, juegos… además seguir las directrices que el profesorado les ofrezca con el fin de continuar la intervención en el hogar (volviendo al ejemplo de antes, si en el aula le están enseñando a coger el vaso y beber agua, los padres tienen que seguir con esos ejercicios: cada vez que el niño quiera agua, darle el vaso y que lo coja él mismo).
      ·        Tener contacto continuo con el pediatra, ya que los niños no son capaces de exteriorizar algunas afecciones o dolores, y pueden derivar en algo más grave.
      ·        Intentar el desarrollo de “puntos fuertes” de estos niños como objeto de motivación y mejora de la autoestima de ellos mismos.
      ·        Colaborar con el centro y con el profesorado, en todos los momentos de intervención con el niño, ya sea dentro del aula, o en el hogar con la continuación de actividades o ejercicios recomendados.
      ·        Coordinarse con la escuela, con el fin de conseguir que el aprendizaje del niño sea lo más desarrollado y lo más cercano a los objetivos propuestos en la etapa, aunque previamente el equipo docente hayan adaptado significativamente el currículo para realizar la intervención en el aula para el niño.
      ·        Organizar el ritmo de vida y los horarios del niño, recurrir a la observación sistemática (porque nadie puede hacerlo mejor que ellos, debido a que estos niños pasan la mayoría del tiempo con su familia), colaborar en el uso e instalación de adaptaciones o ayudas técnicas…
      ·        Anotar: lo que el niño come, la frecuencia, la hora, el ambiente creado (a ser posible, que sea agradable)… Los padres deben: prohibir el mal comportamiento en la mesa, dejarle tener su juguete referido (puede llegar a calmar las malas conductas o rabietas que puedan producirse), hablarle de cosas divertidas, cantarle, evitar por todos los medios el negativismo excesivo (siempre decir que no: no hagas eso, no escupas, no mires a otro lado…), y sobre todo, tener mucha paciencia.
      ·        Variar el menú a menudo y crear unas normas de comportamiento en la mesa, como: no levantarse sin acabar de comer, lavarse las manos antes de sentarnos a la mesa cepillarse los dientes después de comer, tomarse el tiempo necesario en la comida para evitar fatiga…
      ·        Intentar que el niño deje de usar el pañal, pero no peleando con él para que lo abandone sin más, sino pidiéndole que nos diga cuándo tiene la necesidad para ir al baño, dando paso al progresivo abandono del pañal. En este caso, el proceso es el mismo que en un niño normal, solo que se produce más tarde en su desarrollo. En cualquier caso, cuando el niño esté abandonando el pañal, sería necesario que el adulto esté constantemente atento al tiempo y controlando el líquido que el niño bebe, para llevarlo al baño cada cierto tiempo.
      ·        Prestar atención al tipo de tratamiento que los servicios médicos han determinado para el niño, suministrarlo a su tiempo y sin saltarse ninguna toma, e informar al centro y al profesorado sobre este tratamiento, para que ellos también lo puedan llevar a cabo.
      ·        Colaborar con el centro educativo en todo lo necesario y referente al niño con Trastorno del Espectro Autista.
      ·        Aprovechar cualquier situación en el hogar para potenciar la comunicación en estos niños y con estos niños. Para ello, es necesario que la comunicación esté continuamente presente entre la familia.
      ·        Hablar y animar al niño a que hable, y en caso de ausencia del lenguaje, enseñarle a comunicarse gestualmente sin violencia.
      ·        Usar, en caso de ser necesario, los sistemas aumentativos de comunicación (pictogramas, fotos…).
      ·        Sea verbal o gestual la comunicación del niño, es necesario enseñarle a: pedir perdón, a pedir cosas, a rechazar cosas, a pedir información, a preguntar, a responder… así como vocabulario relacionado con: alimentos preferidos, objetos de su vida diaria, personas que le rodean, lugares a donde suele ir, acciones de su vida diaria… Luego, sería conveniente enseñarles a usarlo de manera adecuada; sin esto, no se habrá conseguido nada.
      ·        Enseñar el protocolo de la conducta social y moral de forma explícita.
      ·        Ayudar a su hijo a: entender situaciones y expectativas; a aprender mejor; a ser independientes de las ayudas frecuentes; a generalizar lo aprendido en otras situaciones; y a reducir los problemas de conductas.
      ·        El objetivo final que las familias y profesores esperan conseguir para los niños y niñas es hacerles más felices, más humanos, más capaces, más independientes, y más comunicativos; es desarrollar al máximo sus posibilidades y competencias, fomentar el bienestar emocional y acercarles a un mundo de relaciones significativas.

      Y sobre todo… NUNCA PERDER LA PACIENCIA



      Guía de atención educativa destinada al profesorado y al centro
      1)       Información
      ·         Tener conocimiento, comprensión e información a mano suficiente sobre este tipo de Trastorno, tanta como sea necesaria para tratar a un niño con estas características en el aula. Así mismo, será necesario actualizarla cada poco tiempo, bien con ayuda de otros profesionales del centro, bien con la información que los padres aportan de los profesionales (psicólogos, pedagogos…) de otros centros o entidades a las que acude el niño.
      ·         Organiza a los niños en un aula a tiempo completo, en un grupo ordinario con apoyos variables o en un aula específica, según lo que consideren que realmente necesita el niño, con el fin de que éste sea capaz de adaptarse a la perfección al modelo educativo propio del centro para que su aprendizaje sea lo más completo posible y lo más aproximado al de sus compañeros, procurando evitar los grandes desfases existentes entre el niño con Autismo y sus compañeros.
      ·         Procurar que el niño mantenga en el aula materiales (juegos y juguetes) que permitan la estimulación sensorial: materiales con cambios de temperaturas, cambios de rugosidad, cambios auditivos… Así mismo, sería conveniente contar con material informático que proporcione: juegos, dibujos…
      ·         Lograr la inclusión total en el aula mediante: apertura y flexibilidad, orientación y capacitación, estructura, mediación y comunicación.

      2)       Identificación
      ·         Enseñar al niño a comunicarse gestualmente y sin violencia en caso de ausencia del lenguaje.
      ·         Estar alerta ante los posibles síntomas del Trastorno del Espectro Autista, entre los que pueden figurar:
      o        No interviene en juegos de interacción social
      o        No responde ni anticipa
      o        Ausencia de comunicación oral
      o        Ausencia de balbuceo y jerga
      o        No imita sonidos, gestos, expresiones
      o        No le interesan los juguetes ofrecidos
      o        Muestran fascinación por sus propias manos y pies
      o        Huele o chupa los objetos más de la cuenta
      o        Tiene el sueño fragmentado

      3)       Entorno
      ·         Intentar que el niño deje de usar el pañal, pero no peleando con él para que lo abandone sin más, sino pidiéndole que nos diga cuándo tiene la necesidad para ir al baño, dando paso al progresivo abandono del pañal. En este caso, el proceso es el mismo que en un niño normal, solo que se produce más tarde en su desarrollo. En cualquier caso, cuando el niño esté abandonando el pañal, sería necesario que el adulto esté constantemente atento al tiempo y controlando el líquido que el niño bebe, para llevarlo al baño cada cierto tiempo.

      4)       Actividades
      ·         El profesorado debe conocerlos criterios diagnósticos (indicados en la página 16 del presente documento) y la sintomatología de este trastorno (indicada en la página 24 del presente documento), y saber reconocerlas en un niño, esté diagnosticado o no; por un lado, si está diagnosticado facilitará su intervención, pero si no está diagnosticado, facilitará la puesta en marcha del protocolo correspondiente para la detección adecuada y su diagnóstico correspondiente lo más precozmente posible.
      ·         Intentar el desarrollo de “puntos fuertes” de estos niños como objeto de motivación y mejora de la autoestima de ellos mismos.
      ·         Contextualizar las conductas que refieren a la vida cotidiana: aseo, comidas, rutinas… con el fin de que lo aprendido en un contexto, sea trasladado al otro contexto sin ningún problema, y si los hay, tratar de solventarlos lo antes posible (es por esto que se pide que la familia esté lo más cercana posible al centro)
      ·         El sueño es otro aspecto que deben controlar, crear un ritual para acostarse y de realizar actividades previas, señalar el momento del descanso, crear un ambiente óptimo y agradable para ello.
      ·         Prestar atención a la información que reciben de la familia acerca del tratamiento, para suministrarlo en el momento oportuno y no saltarse ninguna toma, puesto que podría ser perjudicial para el niño.
      ·         Colaborar con la familia en todo lo necesario y referente al niño con Trastorno del Espectro Autista.
      ·         Saber introducir distintas intervenciones según el niño sea capaz de comunicarse verbalmente, o gestualmente.
      ·         La mejor forma de actuar con el niño será proporcionar un contacto directo y de tipo emocional por parte de las figuras de apego, sin sobrecargarle con tareas.
      ·         Estructuración y planificación correcta del tiempo de recreo; de lo contrario puede ser un momento caótico, e incluso violento para él, llegándose a conductas como: ausencia de juego, aumento de conductas estereotipadas, presencia de conductas disruptivas, limitaciones en las interacciones con los iguales, tendencia al aislamiento absoluto…

      5)       Actuación
      ·         El equipo docente realiza una Adaptación Curricular avanzada, y una Intervención Educativa tomando como referencia el currículo ordinario de la etapa escolar en la que se encuentra en cada momento. Se tendrá en cuenta la edad cronológica del niño, y los siguientes prerrequisitos: normas básicas de comportamiento, habilidades básicas de aprendizaje, habilidades de la materia, y la motivación del niño. Además, la intervención educativa debe tener las siguientes características: ¿qué enseñar? ¿cómo enseñar? Y ¿para qué enseñar?. Y las principales pautas de la intervención son: organizar el entorno, uso de ayudas visuales, enfatizar el desarrollo de la comunicación, entrenamiento en emociones, programar la mejora de las habilidades en juego interactivo, normalización del uso de objetos y juguetes, formación y apoyo a los profesionales, colaboración con la familia.
      ·         Respetar, ante todo, las posibilidades reales de desarrollo, los ritmos de trabajo, los estilos de aprendizaje,          las características personales de los niños…
      ·         Realizar las adaptaciones necesarias en las aulas ordinarias para que el aprendizaje del alumno sea lo más completo posible, para poder dar una respuesta educativa mucho más ajustada a las necesidades de estos niños.
      ·         Evaluar al niño teniendo en cuenta las competencias funcionales de éste, su contexto… y no exclusivamente sus conductas. Así mismo, será necesario determinar el nivel de competencia curricular que el alumno presenta para integrarlo en una clase ordinaria, con su correspondiente intervención.
      ·         Procurar que el niño reciba en el centro una buena atención y una buena intervención que atienda a sus necesidades, sus valores y sus preferencias, con el fin de que su aprendizaje sea lo más aproximado posible al del resto de sus compañeros.
      ·         Asegurarse de que la intervención que se ha propuesto para el niño contenga, como mínimo, las siguientes características: debe estar bien estructurada; debe ser funcional, y debe permitir la generalización de los nuevos aprendizajes; deben ser evolutivos y adaptados a las características personales de los alumnos; deben implicar a la familia y a la comunidad; deben ser intensivos y precoces; deben tratar de desarrollar objetivos positivos; deben basarse en un sistema de aprendizaje sin error; y deben plantearse como objetivo principal mejorar la calidad de vida de estos niños.
      ·         Asegurarse de que la intervención educativa se destine a las 3 áreas principales: Social (sistemas de estructuración ambiental, programa TEACCH, entrenamiento en habilidades sociales, historias sociales…), Comunicativa (garantizar el empleo de habilidades que el niño ya conoce, aprender nuevas modalidades de comunicación, incrementar los contenidos a comunicar, complejizar los aspectos formales, enseñar nuevas funciones para el uso del lenguaje…), y Conductual (resistencia al cambio, comportamiento compulsivo, comportamientos anormales, respuesta no usual a experiencias sensoriales…)
      ·         Considerar que es necesario tener en cuenta opciones o modalidades de escolarización posibles a cada uno de los niños con este trastorno, y a ser posible, individual para cada uno de ellos.
      ·         Informar y orientar a las familias, primero sobre la escolarización de los niños en los centros, luego, sobre la intervención que se va a llevar a cabo para que ellos colaboren, y por último sobre los procesos del niño dentro de la escuela y del aula.
      ·         Evitar la discriminación, procurando mantener en el centro un número de plazas que ya está estipulado por ley, y procurar la admisión del alumno con este tipo de trastorno siempre que sea posible, teniendo en cuenta iguales requisitos que el resto de los niños del centro.
      ·         El EOE tiene que procurar el apoyo y la correcta intervención que en el centro se hace con estos niños, así como ofrecer la información pertinente a las familias y al profesorado que estará en constante contacto con el niño. Además, son los que tienen que ocuparse de la evaluación psicopedagógica, de la cual derivan las orientaciones destinadas al profesorado y a las familias.
      ·         Procurar que el niño interaccione con el resto de sus compañeros, evitando el aislamiento total que el aula de apoyo específica consigue; esto puede ser muy beneficioso para el niño. Estas relaciones sociales ofrecen situaciones para favorecer el desarrollo social.
      ·         Estar alerta ante los posibles síntomas del Trastorno del Espectro Autista.
      ·         Favorecer el proceso de culturalización del niño, mediante: la comunicación (social), el mentalismo, el juego e imaginación, y la flexibilidad y la adaptación a los cambios.
      ·         Con la intervención que se ha propuesto en el aula para el niño, intentar lograr la autonomía personal del niño y la independencia mediante juegos y actividades, pretendiendo conseguir el control (primero parcial y luego total) de todas y cada una de las partes del cuerpo del niño.
      ·         Cuando el niño aprenda a usar el baño, al principio cada logro es una alegría; sería conveniente escoger una canción y cantarla sólo cuando consiga hacer pipí o caca en el baño, sobre todo con los niños cuyo estímulo preferido es el auditivo. Para él, es una alegría escuchar esa canción y puede que sea una motivación para aprender a hacerlo solo.
      ·         Crear una rutina de juego, con sus correspondientes normas de comportamiento, así como enseñarle pautas de actuación en el juego, así como a compartir los juegos con otros compañeros sin violencia, porque esto les ayuda a perder el egocentrismo y a compartir, a desarrollar su inteligencia, a desarrollar su actividad motora y emocional, a disfrutar,  relacionarse, a interactuar con el medio…
      ·         Aprovechar cualquier situación de aula para potenciar la comunicación en estos niños y con estos niños. Para ello, es necesario que la comunicación esté continuamente presente en el aula.
      ·         Usar, en caso de ser necesario, los sistemas aumentativos de comunicación (pictogramas, fotos…)
      ·         Para los niños que se expresen gestualmente, sería necesario que el profesor estuviera atento a estas señales para saber interpretar correctamente lo que le niño le quiera comunicar.
      ·         Sea verbal o gestual la comunicación del niño, es necesario enseñarle a: pedir perdón, a pedir cosas, a rechazar cosas, a pedir información, a preguntar, a responder… así como vocabulario relacionado con: alimentos preferidos, objetos de su vida diaria, personas que le rodean, lugares a donde suele ir, acciones de su vida diaria… Luego, sería conveniente enseñarles a usarlo de manera adecuada; sin esto, no se habrá conseguido nada.
      ·         Enseñar el protocolo de la conducta social y moral de forma explícita.
      ·         Realizar actividades en clase que favorezcan la interacción con el medio y con los compañeros, intentando que el niño averigüe cómo y en qué situaciones se siente a gusto, que conozca sus preferencias, que sepa cuáles son sus momentos de mayor receptividad.. para proporcionarse a sí mismos un acercamiento a las actividades que se realizan en su medio cotidiano.
      ·         Trabajar en el aula las estrategias de: espera de turnos, comprensión y expresión de emociones, las acciones compartidas con los otros y los juegos… Para esto, es necesario crear un clima afectivo en el que el niño se sienta a gusto.
      ·         Proporcionales experiencias donde sus acciones y de las que están con él se confronten, la imitación de las acciones, sus movimientos, sus juegos o vocalizaciones. Se fomentará, al mismo tiempo, un contacto visual por parte del niño para que progresivamente establezca una mayor atención a las personas de su entorno. Compartir acciones, actividades y referente que propicien la atención conjunta. Acercamiento físico, a través del tacto y las caricias, es una buena demostración que al niño/a le ayuda a sentirse bien; respetándolo y brindándole demostraciones en los momentos en los que él se sienta más receptivo.
      ·         Mantener una estructuración y una organización física del aula que permitan el control y la previsibilidad de las acciones que pueden ocurrir, y que al mismo tiempo faciliten las interrelaciones entre todos los alumnos del aula, incluyendo al niño autista. Al mismo tiempo, será imprescindible: crear ambientes simples con relaciones simples, predecibles y anticipables; usar horarios con actividades y relaciones definidas; mantener una actitud directiva, pero sin demasiadas instrucciones verbales; tener los objetivos claros; y usar programas y procedimientos definidos.
      ·         Ayudar al alumno a: entender situaciones y expectativas; a aprender mejor; a ser independientes de las ayudas frecuentes; a generalizar lo aprendido en otras situaciones; y a reducir los problemas de conductas.
      ·         Replantearse y cuestionarse continuamente la intervención, si está siendo significativa o no para el niño, si de verdad le está ayudando… y en caso de no funcionar, sebe ser capaz de realizar otra nueva, o de mejorar la existente, con el fin de que siempre sea el niño el beneficiado dentro de la intervención.
      ·         Tener la capacidad de reducir las conductas autolesivas o violentas de estos niños, así como de reforzar las buenas conductas de ellos.
      ·         Ser pacientes y repetir las cosas cuantas veces sea necesario. Así mismo, será necesario usar gestos y articulaciones para que el niño entienda lo que el maestro le quiere decir.
      ·         Apoyarse en los profesionales que tiene cerca para informarse o pedir opiniones sobre los aspectos que considere necesarios.
      ·         El objetivo final que las familias y profesores esperan conseguir para los niños y niñas es hacerles más felices, más humanos, más capaces, más independientes, y más comunicativos; es desarrollar al máximo sus posibilidades y competencias, fomentar el bienestar emocional y acercarles a un mundo de relaciones significativas.
      ·         Procurar la adaptación del entorno a las Necesidades Educativas del niño, intentando que sea lo más significativa posible, mediante: la presencia de estímulos sonoros y visuales, pero sin llegar a la excesividad; un nivel adecuado de estructuración temporal y espacial, procurando que no sea muy bajo; y un uso correcto de las instrucciones verbales, procurando que no sean excesivas.

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      Páginas webs y direcciones

      Autismo Diario

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      Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares

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